jueves, 20 de junio de 2013

Cabeza (Vicente Gallego)

Cabeza, tú que a pájaros
afirmas ser la mía;
la loca de la casa, la que tuerce
los asuntos del alma;
que con cuatro 
severas ocurrencias te reclamas
mi guía y mi tutora:
tan alto tu balcón y da al oscuro
desagüe del concepto,
donde estamos a ciegas.

Cabeza novelera, nunca callas;
cómo quieres saber y qué sabrás
de cierto sobre mí si no me escuchas.
En tu hueco pozal suena del juicio
la grava sumarísima.
Cabeza campanario, cómo vas
a dejar de dolerme si eres sólo
el vano repicar de las ideas.
Descreída cabeza, te precedo:
vuelve atrás, a la víspera
del tiempo en que te sueñas,
y ponme allí los pleitos y fatigas.

Por ti me visto en falso
rodando con el nombre y con la forma,
metido en este cuerpo hasta la nuca
que se abrirá en la fosa.
Cabeza, has de mostrar,
como último argumento,
vacío el orinal bajo la tierra.

Tú no escuchas, no sabes.
Deja el alma que oiga.
Deja que ella me sepa.

Si temierais morir (2008)

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