jueves, 27 de agosto de 2015

Aviso de caminantes (Eloy Sánchez Rosillo)

En la suma de días indistintos
que la vida da al hombre, acaso hay uno
en que el destino, trágico y hermoso,
pasa por nuestro lado y el azar manifiesta
una insólita luz, un desusado
fulgor inconfundible.
Pero no has de dudar. Ten el coraje,
cuando llegue el momento,
de abandonar las cosas con que siempre
te engañó la costumbre, y sube pronto
a ese carro de fuego.
                        Poco dura
el milagro.
                        Después, si te negaras
a partir, sólo noche
merecerás. Y nunca, aunque quisieras,
podrás comprar la luz que despreciaste.


Elegias (1984)

jueves, 20 de agosto de 2015

Jardín (Juan Ramón Jimenez)

Yo no sé cómo saltar
desde la orilla de hoy
a la orilla de mañana.

El río se lleva, mientras,
la realidad de esta tarde,
a mares sin esperanza.

Miro al oriente, al poniente,
miro al sur y miro al norte.

Toda la verdad dorada
que cercaba al alma mía,
cual con un cielo completo,
se cae, partida y falsa.

Y no sé cómo saltar
desde la orilla de hoy
a la orilla de mañana.


"Estío" (1915)

jueves, 13 de agosto de 2015

Guadarrama (Félix Grande)

                                                                     (Antonio Machado)

Sentarse aquí, esta hora
de la tarde que abdica.

Sentir que la distancia se incorpora
dentro de la conciencia y ahí repica
a eternidad.

                           Mirar.
Cumplir hoy ese oficio tan profundo:
mirar, mirar el mundo,
pensarlo, amarlo, amar, pensar, amar.

Ver la colina; verla bien.
                                         El monte,
el camino, la tierra, la retama:
verlo... Ver la lección del horizonte:
su sonrisa de llama.

¿Qué hace brillar la tarde? ¿el viejo pulso
del tiempo? ¿la hora de oro? ¿la amistad apasionada
de la luz y los olmos? ¿el impulso
casi de tierra ya de la mirada?

Sentir el fondo de la edad; la lumbre
del ser junto al no ser.

Ver la pasión severa de la cumbre.
Emocionarse, sí: mirar y ver.
Emocionarse ante esto que es tan breve
y que tanto se ama.


Recordar al maestro aquí, frente a la nieve
serena del sereno Guadarrama.


La canción de la tierra (Antología 1963-1998)

jueves, 6 de agosto de 2015

Retórica (Juan Gustavo Cobo Borda)

Que tus errores no sean frutos del azar o del prejuicio
sino que tú los elijas como quien elige su remordimiento
y el consiguiente castigo. Y que conozcas, por fin,
tu íntima flaqueza y una abyección distinta.
Inútiles tus disculpas ante eso que aflora:
la cursilería, tan mal gusto.
Y que ojalá la libertad, arduamente conseguida,
te devore y te anule
concediéndote la dicha inadjetivable
de ser tú mismo
o sea nadie, nada;
apenas algo que se repite, y se repite.
Todos los poetas son santos e irán al cielo, 1983.