jueves, 22 de diciembre de 2016

Sol de Invierno (Antonio Machado)

jueves, 15 de diciembre de 2016

Tres cosas me preocupan (Carlos Murciano)

Tres cosas me preocupan
para después de haber llovido:
   no encontrar el camino, cegado por el agua
última;
conservar la memoria de haber vivido poco;
tropezar con el muro definitivamente;
   quiero decir,
no encontrar la memoria
última;
tropezar con el muro, cegado por el agua
de haber vivido poco;
conservar el camino definitivamente;
   o acaso no me explique:
lo que quiero decir es que me aterra
no encontrar el camino de haber vivido poco;
tropezar con el agua
última;
conservar la memoria, cegado por el muro
definitivamente.

"Yerba y olvido" (1977)

jueves, 8 de diciembre de 2016

Marina habla con árboles (Adolfo Cueto)

Marina habla con árboles, entiende
su alta edad, el estremecimiento
del verano en sus hojas. Por su espina dorsal,
como a esa rama tierna, recién
brotada, asciende
este coro danzante, sonajero del viento
que le canta al oído.

La estoy viendo ofrecer su inocencia sin traba,
sonreír, explorar
un lenguaje preciso, de raíces
secretas, que no tiene alfabeto –y es ya esta palpitación
del mundo, respirándome a fondo–.
Pecho alado y en paz,
criatura tan dentro
como un cielo de agosto, hacia arriba, en lo alto,
donde canta la vida, donde la vida es
bella aún.

Marina habla con árboles
–me dices– aunque tenga 3 meses.
Aunque algunos no escuchen, porque sólo
sonríe, porque no sabe hablar.

 "Diario mundo" (2000)

jueves, 1 de diciembre de 2016

Letanía del ciego que ve (Antonio Colinas)


Que este celeste pan del firmamento
me alimente hasta el último suspiro.
Que estos campos tan fieros y tan puros
me sean buenos, cada día más buenos.
Que si en tiempo de estío se me encienden las manos
con cardos, con ortigas, que al llegar el invierno
los sienta como escarcha en mi tejado.


Que cuando me parezca que he caído,
porque me han derribado,
sólo esté arrodillándome en mi centro.
Que si alguien me golpea muy fuerte
sólo sienta la brisa del pinar, el murmullo
de la fuente serena.

Que si la vida es un acabar,
cual veleta, chirriando en lo más alto,
allá arriba me calme para siempre,
se disuelva mi hierro en el azul.

Que si alguien, de repente, vino para arrancarme
cuanto sembré y planté llorando por las nubes,
me torne en nube yo, me torne en planta,
que sean aún semillas mis dos ojos
en los ojos sin lágrimas del perro.


Que si hay enfermedad sirva para curarme,
sea sólo el inicio de mi renacimiento.
Que si beso y parece que el labio sabe a muerte,
amor venza a la muerte en ese beso.
Que si rindo mi mente y detengo mis pasos,
que si cierro la boca para decirte todo,
y dejo de rozar tu carne ya sembrada,
que si cierro los ojos y venzo sin luchar
(victoria en la que nada soy ni obtengo),
te tenga a ti, silencio de la cumbre,
o a ese sol abatido que es la nieve,
donde la nada es todo.


Que respirar en paz la música no oída
sea mi último deseo, pues sabed
que, para quien respira
en paz, ya todo el mundo
está dentro de él y en él respira.

Que si insiste la muerte,
que si avanza la edad, y todo y todos
a mi alrededor parecen ir marchándose deprisa,
me venza el mundo al fin en esa luz
que restalla.

Y su fuego me vaya deshaciendo como llama
de vela: con dulzura, despacio, muy despacio,
como giran arriba extasiados los planetas.
 alimente hasta el último suspiro.
Que estos campos tan fieros y tan puros
me sean buenos, cada día más buenos.

Tiempo y abismo (2002)
Que si en tiempo de estío se me encienden las manos

jueves, 24 de noviembre de 2016

Piedra (Jordi Doce)

Vine para estar cerca de la piedra

–la piedra que aguarda en cualquier camino,
anónima y fiel,
que vio durar soles, planetas, prodigios
remotos,
que sufrió el castigo de vientos volubles
y fue deshojándose, menguando sencillamente,
descuidando sus confines
por los siglos de los siglos,
balbuciendo en sueños con la boca llena

–la piedra que estaba dentro de sí misma,
luchando por aflorar

–la piedra que poco a poco se convirtió en grumo,
en grano,
en polvo de escoria que el aire se lleva lejos
y desciende aquí, donde no hay camino,
vistiendo mis ropas y hablando en mi nombre.


"No estábamos allí" (2016)

jueves, 17 de noviembre de 2016

Placard (Carolina Pedroni)

Con recuerdos apilados

doblados entre hilos

hilvanados a la ropa.

Con el aroma aún vivo

de la piel humedecida,

desabrochó la camisa.

Como años de la percha

la vida en los ojales

el tiempo en los estantes.

Con la memoria en trozos

plegada bajo llave

guardada en el placard.


II Premio de poesía de la Sociedad Argentina de Escritores, Concurso Renacer Literario (2013)

jueves, 10 de noviembre de 2016

Lluvia (Federico Garcia Lorca)


La lluvia tiene un vago secreto de ternura,
algo de soñolencia resignada y amable,
una música humilde se despierta con ella
que hace vibrar el alma dormida del paisaje.
Es un besar azul que recibe la Tierra,
el mito primitivo que vuelve a realizarse.
El contacto ya frío de cielo y tierra viejos
con una mansedumbre de atardecer constante.
Es la aurora del fruto. La que nos trae las flores
y nos unge de espíritu santo de los mares.
La que derrama vida sobre las sementeras
y en el alma tristeza de lo que no se sabe.
La nostalgia terrible de una vida perdida,
el fatal sentimiento de haber nacido tarde,
o la ilusión inquieta de un mañana imposible
con la inquietud cercana del color de la carne.
El amor se despierta en el gris de su ritmo,
nuestro cielo interior tiene un triunfo de sangre,
pero nuestro optimismo se convierte en tristeza
al contemplar las gotas muertas en los cristales.
Y son las gotas: ojos de infinito que miran
al infinito blanco que les sirvió de madre.
Cada gota de lluvia tiembla en el cristal turbio
y le dejan divinas heridas de diamante.
Son poetas del agua que han visto y que meditan
lo que la muchedumbre de los ríos no sabe.
¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,
lluvia buena y pacifica que eres la verdadera,
la que llorosa y triste sobre las cosas caes!
¡Oh lluvia franciscana que llevas a tus gotas
almas de fuentes claras y humildes manantiales!
Cuando sobre los campos desciendes lentamente
las rosas de mi pecho con tus sonidos abres.
El canto primitivo que dices al silencio
y la historia sonora que cuentas al ramaje
los comenta llorando mi corazón desierto
en un negro y profundo pentágrama sin clave.
Mi alma tiene tristeza de la lluvia serena,
tristeza resignada de cosa irrealizable,
tengo en el horizonte un lucero encendido
y el corazón me impide que corra a contemplarte.
¡Oh lluvia silenciosa que los árboles aman
y eres sobre el piano dulzura emocionante;
das al alma las mismas nieblas y resonancias
que pones en el alma dormida del paisaje!

Libro de Poemas (1921)

jueves, 3 de noviembre de 2016

A media voz (Blanca Varela)

la lentitud es belleza
copio estas líneas ajenas
respiro
            acepto la luz
bajo el aire ralo de noviembre
bajo la hierba sin color
bajo el cielo cascado y gris
            acepto el duelo
y la fiesta

no he llegado
no llegaré jamás
en el centro de todo está el poema
intacto sol
ineludible noche

sin volver la cabeza
merodeo su luz
               su sombra
animal de palabras
husmeo su esplendor
su huella
              sus restos
todo para decir
que alguna vez estuve
atenta desarmada
                                     sola
casi en la muerte
casi en el fuego


Canto villano, 1978

jueves, 27 de octubre de 2016

Tormenta (Mario Benedetti)

Un perro ladra en la tormenta
y su aullido me alcanza entre relámpagos
y al son de los postigos en la lluvia

yo sé lo que convoca noche adentro
esa clamante voz en la casona
tal vez deshabitada

dice sumariamente el desconcierto
la soledad sin vueltas
un miedo irracional que no se aviene
a enmudecer en paz

y tanto lo comprendo
a oscuras / sin mi sombra
incrustado en mi pánico
pobre anfitrión sin huéspedes

que me pongo a ladrar en la tormenta.

Yesterday y mañana (1988)

jueves, 20 de octubre de 2016

Lo que esperamos (Oliverio Girondo)

Tardará, tardará.

Ya sé que todavía
los émbolos,
la usura,
el sudor,
las bobinas
seguirán produciendo,
al por mayor,
en serie,
iniquidad,
ayuno,
rencor,
desesperanza;
para que las lombrices con huecos portasenos,
las vacas de embajada,
los viejos paquidermos de esfínteres crinudos,
se sacien de adulterios,
de hastío,
de diamantes,
de caviar,
de remedios.

Ya sé que todavía pasarán muchos años
para que estos crustáceos
del asfalto
y la mugre
se limpien la cabeza,
se alejen de la envidia,
no idolatren la saña,
no adoren la impostura,
y abandonen su costra
de opresión,
de ceguera,
de mezquindad.
de bosta.

Pero, quizás, un día,
antes de que la tierra se canse de atraernos
y brindarnos su seno,
el cerebro les sirva para sentirse humanos,
ser hombres,
ser mujeres,
-no cajas de caudales,
ni perchas desoladas-,
someter a las ruedas,
impedir que nos maten,
comprobar que la vida se arranca y despedaza
los chalecos de fuerza de todos los sistemas;
y descubrir, de nuevo, que todas las riquezas
se encuentran en nosotros y no bajo la tierra.

Y entonces...
¡Ah!, ese día
abriremos los brazos
sin temer que el instinto nos muerda los garrones,
ni recelar de todo,
hasta de nuestra sombra;
y seremos capaces de acercarnos al pasto,
a la noche,
a los ríos,
sin rubor,
mansamente,
con las pupilas claras,
con las manos tranquilas;
y usaremos palabras sustanciosas,
auténticas;
no como esos vocablos erizados de inquina
que babean las hienas al instarnos al odio,
ni aquellos que se asfixian
en estrofas de almíbar
y fustigada clara de huevo corrompido;
sino palabras simples,
de arroyo,
de raíces,
que en vez de separarnos
nos acerquen un poco;
o mejor todavía
guardaremos silencio
para tomar el pulso a todo lo que existe
y vivir el milagro de cuanto nos rodea,
mientras alguien nos diga,
con una voz de roble,
lo que desde hace siglos
esperamos en vano.


"Persuasión de los días" 1942

jueves, 13 de octubre de 2016

La insistencia (Vicente Valero)

El color de este cielo a mediodía
no quiere ser pintado, se resiste:
se diría que espera solamente
detrás del muro blanco y ciego
de su más alto resplandor...
Hay que insistir entonces, muchas veces,
Con los ojos cerrados si hace falta,
pintar sin ver lo que sabemos,
dar forma a los colores invisibles,
mirar el cielo así, de otra manera,
el cielo ciego horizontal.
Insistir discutiendo con la luz,
con este resplandor hiriente y bajo,
hasta poder trazar su enigma propio,
su misterio imposible,
Con la fidelidad del paisajista
que sabe oír y ver siempre entre líneas,
y reconoce a solas su destino
en los más lentos blancos cegadores.
...No importa que el color
no colabore. En su fluir está la música
silenciosa del sol, la fiebre nueva
que quema nuestras manos y nos dice
cuánta paz hoy veremos sin descanso,
con los ojos cerrados todavía.


"Taller de paisajistas", 2005

jueves, 6 de octubre de 2016

Canto XXX (Vicente Gallego)

Entra a gatas la luna por umbrales
de puertas y de almas, se prodiga
quebrando tragaluces.

Ah, noche del vivir,
oscura en los rincones, tan profunda
de alcances.

La luna de los huertos y los patios,
la blanca quieta cima del misterio
está dando en el clavo de este mundo.

¿Quien aprieta la punta
de conmoverse así casi por nada?

Con su voz de azafrán canta la noche,
los luceros se parten la camisa.

Ser el canto 2016

jueves, 29 de septiembre de 2016

Aclimatación (Ida Vitale)

Primero te retraes,
                                      te agostas,
pierdes alma en lo seco,
en lo que no comprendes,
intentas llegar al agua de la vida,
alumbrar una membrana mínima,
una hoja pequeña.
                                       No soñar flores.
El aire te sofoca.
                                    Sientes la arena
reinar en la mañana,
morir lo verde,
subir árido oro.

Pero, aún sin ella saberlo,
desde algún borde
una voz compadece, te moja
breve, dichosamente,
como cuando rozas
una rama de pino baja
ya concluida la lluvia.

De "Parvo Reino" 1984

jueves, 22 de septiembre de 2016

Noche adentro y no duermo (Hugo Mujica)

A lo lejos, en un atardecer
en que el otoño
es un lugar en mi pecho,
comienzan a encenderse las ventanas, 
mi nostalgia
por estar donde bien sé que al llegar
volvería a estar afuera. 
Duelen los ojos de soñar tan a lo lejos 
la frente de pensar
lo impensable de tanta vida
que no he abrazado,
tanta deuda de lo que no he nacido. 
Poco a poco se apagan las luces, 
es el lindero de una noche y otra noche, 
la frágil vecindad
             del miedo y la esperanza. 
El último día podría ser éste que termina,
esta noche
en la que aún escribo 

igual, pero sin una ausencia nueva
                                       para seguir esperando.

Poesía completa (1983-2004)

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Septiembre (Amparo Andrés Machí)

No temas si la mañana despunta solitaria y gris
y te despierta el aullido de las sirenas en el polígono,
es septiembre que vierte su sangre
de hojas resquebrajadas
y huesos triturados
sobre la alfombra del día
mas nada hay que temer
el horizonte siempre guarda
las promesas inalcanzables del verano
para hacerse realidad
en la locura otoñal.


Filoversando en Nod y Versos cuánticos  (2013)

jueves, 8 de septiembre de 2016

Isla (Tomás Segovia)


 Un silencio aplicado a filtrar todo ruido
Que sólo admite algunos ruidos limpios
Sin peso y sin engaño
Una ancha luz equitativa
Que se esparce lo mismo en todas partes
Y le da a cada cosa
Una misma ración de visibilidad
Frío tan sólo el necesario
Para evitarle a todo esto
Un turbio despilfarro de sofocos
Para que todo avance con finura
En un tiempo sin ronchas

Un mundo que parece
Tan anterior a toda culpa
Tan bien nacido y tan bien puesto
Que casi aceptaría uno
Estar en él completamente solo
Como en la isla desierta que es todo paraíso

Pero claro que sólo imaginariamente.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Así sea (Blanca Varela)

El día queda atrás,
apenas consumido y ya inútil.
Comienza la gran luz,
todas las puertas ceden ante un hombre
dormido,
el tiempo es un árbol que no cesa de crecer.

El tiempo,
la gran puerta entreabierta,
el astro que ciega.

No es con los ojos que se ve nacer
esa gota de luz que será,
que fue un día.

Canta abeja, sin prisa,
recorre el laberinto iluminado,
de fiesta.

Respira y canta.
Donde todo se termina abre las alas.
Eres el sol,
el aguijón del alba,
el mar que besa las montañas,
la claridad total,
el sueño.


Luz de día (1963)

jueves, 25 de agosto de 2016

Nocturno (Jesús Montiel)

¿Qué misteriosa ley ha permitido
a los ojos del hombre habituarse
a noches como ésta con sus astros
vibrando sobre el mapa y nuestras vidas?

Es extraño tener que recordarme
la dicha de estar vivo para no
desatender el don de la presencia
en un instante así como el de ahora, 
obligarme a salir
del santuario gris de la costumbre
para asomar el corazón sediento
a este paisaje negro y reanimarlo
con la copla del grillo.

Entonces me estremece un sentimiento
poderoso de chocante gratitud,
como si el mundo fuera una gran fiesta
a la que todos somos invitados
y su anfitrión un Dios que nos seduce.


Placer Adámico (2012)

jueves, 18 de agosto de 2016

Poema 39 (Roberto Juarroz)

En las entrañas del verano,
como una fibra más clara,
repercute la voz del heladero.
No es la infancia que vuelve.
No es algo de dios que se ha vestido de blanco.
No es una luna en el día.
Es sólo lo posible
que nos demuestra su existencia.
Lo imposible no levanta nunca la voz.
 Poesía Vertical. Antología Esencial, ( 2001)

jueves, 11 de agosto de 2016

LXXXI (Joaquín Gurruchaga)

No conozco la fuerza de la vida,
ni la vida escondida dentro de una piedra,
ni la voz que aún no oímos en las hojas que nacen,
ni la incredulidad ante el vuelo de un pájaro.
Presentir el rítmico silencio que
respira la luna, sin que nadie lo note.
Presentir un secreto, una conciencia oscura.
Y presentir la voz del mar que nunca olvida.

El tiempo, el humo, el pasado. (1996)

jueves, 4 de agosto de 2016

Canto IX (Carla Badillo Coronado)

En el principio fue el caos
y de él provino la armonía de mi voz
por eso canto a pesar del tiempo
No hay final para quien nunca se rinde
por eso dirijo la tropa que carga mi cuerpo
El camino es largo como lengua de cíclope
por ella avanzaré a través de los siglos
Mi lenguaje sobrepasa la oscuridad de estos versos
la verdadera luz jamás se describe.
El color de la granada (2015)


jueves, 28 de julio de 2016

Nocturno 2 (Alvaro Mutis)

Respira la noche,
bate sus claros espacios,
sus criaturas en menudos ruidos,
en el crujido leve de las maderas,
se traicionan.
Renueva la noche
cierta semilla oculta
en la mina feroz que nos sostiene.
Con su leche letal
nos alimenta
una vida que se prolonga
más allá de todo matinal despertar
en las orillas del mundo.
La noche que respira
nuestro pausado aliento de vencidos
nos preserva  y protege
"para más altos destinos".  

 "Los trabajos perdidos" (1965)

jueves, 21 de julio de 2016

Como si tal cosa (Lorenzo Oliván)

Hoy amanece como si tal cosa.
En vano oculta el día las raíces
profundas en que crece. Quedan posos
en esa claridad sedimentados
de la reciente noche. Le adivino
con entornados ojos a la luz
todos los hilos de los que está hecha.
Hoy como si tal cosa me levanto,
sin mucha convicción, supongo incluso
que un poco por instinto. ¿Desde dónde
me trae de vuelta el sueño que otra vez
no encuentro en el espejo a quien yo era
ayer al acostarme? Qué más da.
Pronto mi rostro irá cobrando rasgos
más apropiados, para seguir yendo
con su farsa festiva por la vida.
Hoy amanece como si tal cosa,
un nuevo día, viejo ya en su inicio,
como higueras y búhos nacen viejos.
A la hora del alba el alba llega,
pues todo tiene aquí su tiempo y pasa
lo que estaba previsto que pasase.
También a mí me ha puesto la costumbre
dogal al cuello y, perro fiel, la sigo,
y son mis actos de los suyos sombras,
y me afeito y me visto y desayuno
un café bien cargado y sin afán
salgo a la calle como si tal cosa.

"Único Norte" (1995)

jueves, 14 de julio de 2016

Tres árboles (Gabriela Mistral)

  Tres árboles caídos
quedaron a la orilla del sendero.
El leñador los olvidó, y conversan,
apretados de amor, como tres ciegos.
    El sol de ocaso pone
su sangre viva en los hendidos leños
¡y se llevan los vientos la fragancia
de su costado abierto!
    Uno, torcido, tiende
su brazo inmenso y de follaje trémulo
hacia otro, y sus heridas
como dos ojos son, llenos de ruego.
    El leñador los olvidó. La noche
vendrá. Estaré con ellos.
Recibiré en mi corazón sus mansas
resinas. Me serán como de fuego.
¡Y mudos y ceñidos,
nos halle el día en un montón de duelo!

"Desolación" (1922)

jueves, 7 de julio de 2016

Mar (Maria Victoria Atencia)

Bajo mi cama estáis, conchas, algas, arenas: 
comienza vuestro frío donde acaban mis sábanas. 
Rozaría una jábega con descolgar los brazos 
y su red tendería del palo de mesana 
de este lecho flotante entre ataúd y tina. 
Cuando cierro los ojos se me cubren de escamas. 

    Cuando cierro los ojos, el viento del Estrecho 
pone olor de Guinea en la ropa mojada, 
pone sal en un cesto de flores y racimos 
de uvas verdes y negras encima de mi almohada, 
pone henchido el insomnio, y en un larguero entonces 
me siento con mi sueño a ver pasar el agua.
De Marta & María (1966)

jueves, 30 de junio de 2016

Hasta donde yo sé, mi alma y estas nubes que pasan...(Vicente Valero)

Hasta donde yo sé, mi alma y estas nubes que pasan
son iguales, estas nubes que pasan porque sí,
a solas, muchas veces.
Y ahora que sé también que el aire
es mío y me ha buscado,
que ha llegado a esta casa sin saberlo,
con amor imposible,
con la fuerza de lo que no se ve,
salgo a decir su delicada
transparencia.

                                 Los árboles
me dan su claridad aún de sombras y raíces,
y yo recojo en esta claridad
el fruto diferente, una certeza interminable y pura.
Todo lo que he perdido
vuelvo a encontrarlo aquí y puede verse,
continúa conmigo,
tiembla en el aire de verdad,
como una nube.
Hasta donde yo sé, mi alma y estas sombras que veo
son iguales, estas sombras que crecen porque sí,
a solas, cada día.

"Libro de los trazados" 2005

jueves, 23 de junio de 2016

Noche de San Juan (Juan Luis Panero)

Anticuado, interrogo a las estrellas,
su desnudo, inapelable misterio,
mientras miro las llamas en la playa,
en esta noche cuando empieza el verano.
Lector de Drieu o Pavese, sé también
lo sencillo que puede ser acabar con la historia,
no preguntar ya nada, olvidar para siempre
esta apariencia de tarjeta postal.
Frente a mí, imperturbables, desveladas,
pasan, en silencio, vida y muerte,
evitando, con un rictus cansado,
este fantasma insomne, este papel en blanco,
esta hoguera apagada que perdura.

A través del tiempo (1968)

jueves, 16 de junio de 2016

Instrucciones para cruzar el desierto (Juan Vicente Piqueras)

Para cruzar este íntimo desierto
hace falta coraje, tiempo, ganas
de no perder la vida preparando
un viaje que jamás emprenderemos,
un camello leal, un compañero
lo mismo, un mapa vano,
un turbante, una brújula,
diez cajas de bombones (recuerdo de Occidente)
y una chilaba azul… ¿qué más? Un libro
que haga las veces de Corán, de Biblia,
de Torah y Tao y tenga
las páginas en blanco o esté escrito
en una lengua que nadie comprenda.
Hace falta una cierta confianza en la sed,
una mirada limpia, y un cuaderno
de notas que los días
son largos, lentos, y las noches tristes,
y no hay tienda ni tribu
ni dios que asista en tanta soledad.
Para cruzar este íntimo desierto
hace falta querer, tener que, decidir
echarse a andar y no mirar atrás,
no cejar, no tener otro remedio.
Adverbios de lugar (2004)

jueves, 9 de junio de 2016

Paseo (Jacobo Cortines)

Sereno el mar al acabar la tarde, 
y el cielo entre celeste y amarillo. 
Dos cañas de pescar sobre las piedras 
el horizonte enmarcan. 
Rota y Cádiz, envueltas en la bruma, 
fantasmales ciudades que en la noche 
poco a poco se van iluminando. 
Por esta larga playa yo paseo 
con mi silencio a solas. No hay respuestas 
porque nada pregunto. Sólo escucho 
el romper de las olas, las espumas 
con su frágil murmullo en retirada, 
el viento en mis oídos, algún pájaro 
que canta mientras vuela. Nada quiero 
sino hundir los talones en la arena, 
seguir, seguir, hasta sentir cansancio, 
y volver lentamente 
como un oscuro bulto que regresa 
al punto de partida. Ya es bastante 
no naufragar en el silencio propio.


Nombre entre nombres. Escenarios. (2014)

jueves, 2 de junio de 2016

No te voy a contar...(Carlos Pujol)

No te voy a contar 
nada nuevo: vivimos 
en una casa demasiado llena. 
Con muebles, versos, chismes,
perifollos y plantas de interior,
palabras que no quieren decir nada
y soberbias locuras
para pasar el rato.
Es lo que llaman calidad de vida.
El día en que nos llames estaremos
doblemente desnudos,
echando en falta en medio de la luz
el engaño a los ojos de las cosas.


El corazón de Dios (2011)

jueves, 26 de mayo de 2016

Nostalgia (Rosario Castellanos)

Ahora estoy de regreso.
Llevé lo que la ola, para romperse, lleva
-sal, espuma y estruendo-,
y toqué con mis manos una criatura viva;
el silencio.

Heme aquí suspirando
como el que ama y se acuerda y está lejos.
 


Juegos de inteligencia.
Antología poética. (2011)