jueves, 23 de febrero de 2017

Gorrión (Andrés Trapiello)

Nadie puedo escribir con mejor letra
que el pájaro en la nieve esta mañana.
Yo me llamo gorrión y te lo digo
en trazos cuneiformes sin temor
a que lo lean otros. Sólo el sol,
y nada más que el sol, podrá borrarlo.

Un sueño en otro (2004)

jueves, 16 de febrero de 2017

Silencio I (Miguel Veyrat)

Ambigua
penetra siempre
tras la noche
la mañana

En el asalto
alumbra
la desmemoria

Extraviado
tomas la palabra


La voz de los poetas (2002)

jueves, 9 de febrero de 2017

Hace daño la tierra (Concha Zardoya)

   Hace daño la tierra aunque pises
sus desgastadas losas y la arcilla
que sirve al alfarero y se hace cántaro.
Y te duele su polvo porque ciega
o mancha la blancura,
la limpidez del agua.

   Mas caminas, caminas y te cansas...
Y sigues caminando,
sin recoger el fruto que esperabas.
Y rara vez sonríes a los árboles
que quieren darte sombra y te animan
a reposar un poco bajo ramas
tendidas para ti con generoso
frescor y compañía.

   Hace daño la tierra...
Infatigable cruzas sus desiertos:
tu corazón la ama aunque lacere
la planta de tus pies y aún caminas
bendiciéndola.

Senecta (1999)

jueves, 2 de febrero de 2017

Descenso a la mansedumbre (Antonio Colinas)

¡Cómo revela el mar la mansedumbre!
Aquí en la playa, donde están los límites
verdaderos del ser
-los de la tierra, el mar, el cielo-,
todo es infinito.
Mansa es el agua y mansas son las rocas,
y hasta la noche que desciende es mansa.

¿Qué nos queda, teniéndolo ya todo,
sino abatirnos y besar la luz,
o en ella deshacer nuestra palabra,
que debiera también
ser sólo mansa como el aire leve?
Nos cuesta demasiado a los humanos
ir fundiendo los labios y los ojos
en la luz de la tarde,
ir arrancando de raíz el mal.

Todo es manso en el mundo,
mas la vida en nosotros habrá de ser combate
hasta que la palabra recupere
fogosa mansedumbre.

A veces, con los ojos
húmedos de mirar tanta belleza,
el cerebro también se torna manso.
Entonces, todo es sacro en su unidad,
uno con todo es la palabra mansa.

Y si el cuerpo osara levantar
su vuelo más allá todavía,
si los labios callasen para ser
ocaso en el ocaso,
si oyésemos rendidos el silencio,
el mundo sería al fin hoguera de lo manso.

Libro de la mansedumbre (1997)