jueves, 27 de diciembre de 2018

Renacimiento (Antonio Machado)

Galerías del alma... ¡El alma niña!
Su clara luz risueña;
y la pequeña historia,
y la alegría de la vida nueva...

¡Ah, volver a nacer, y andar camino,
ya recobrada la perdida senda!

Y volver a sentir en nuestra mano,
aquel latido de la mano buena
de nuestra madre... Y caminar en sueños
por amor de la mano que nos lleva.

En nuestras almas todo
por misteriosa mano se gobierna.
Incomprensibles, mudas,
nada sabemos de las almas nuestras.

Las más hondas palabras
del sabio nos enseñan,
lo que el silbar del viento cuando sopla,
o el sonar de las aguas cuando ruedan.


"Soledades. Galerías. Otros poemas" (1907)

jueves, 20 de diciembre de 2018

El medio transparente (Circe Maia)

Lo mejor sería no pensar demasiado
en ellas, las palabras. Ellas vienen
así o de otro modo y no es tan importante.

Vidrios, ventanas son y habría que limpiarlas
con cuidado, por eso. No pintarlas
–¿qué verías detrás?– y no adornarlas.

Por mirar el adorno en la ventana
no miraste hacia fuera.
El más breve vistazo
hubiera sido al menos suficiente
para mirar la luz del otro lado.

Sí, esa luz de afuera

sobre un rostro que pasa.

"Superficies" (1990)

jueves, 13 de diciembre de 2018

La lluvia (Juan Manuel Rodriguez Tobal)

Es la lluvia.
Nada la habita.
Su levedad
no es ala ni morada.

La lluvia no es azul.
Oyes el frío
de lo que nunca fue raíz ni vuelo:
la voz sola del agua,
la quieta transparencia
de la desposesión.

La lluvia no es azul y, sin embargo, cantas
para abrigar la sangre con su clemente aroma.

Cuando todo es invierno,
cuando ya nada esperas
de esta caricia última del aire,
cantas la lluvia,
dices:
la lluvia no es azul.

Y acuden a tus alas
—el vientre herido, el ojo
despojado—,
memoria de otro espacio,
los colores.

"Grillos" (2003)

jueves, 6 de diciembre de 2018

Comunión plenaria (Oliverio Girondo)

Los nervios se me adhieren
al barro, a las paredes,
abrazan los ramajes,
penetran en la tierra,
se esparcen por el aire,
hasta alcanzar el cielo.

El mármol, los caballos
tienen mis propias venas.
Cualquier dolor lastima
mi carne, mi esqueleto.
¡Las veces que me he muerto
al ver matar un toro!...

Si diviso una nube
debo emprender el vuelo.
Si una mujer se acuesta
yo me acuesto con ella.
Cuántas veces me he dicho:
¿Seré yo esa piedra?

Nunca sigo un cadáver
sin quedarme a su lado.
Cuando ponen un huevo,
yo también cacareo.
Basta que alguien me piense
para ser un recuerdo.
Persuasión de los días (1942) 

jueves, 29 de noviembre de 2018

Aunque las olas del río de los sueños...(César Antonio Molina)

Aunque las olas del río de los sueños
crezcan como un maremoto
y la espuma blanquecina
-danzando una infernal zarabanda-
se ilumine con el esperma de una ballena,
remaremos más aprisa antes de que se vaya la noche
hacia los lugares, en los eternos espacios,
donde aparecen por todos los lados
los nombres que tan bien recuerdan nuestros corazones
y la reliquia de la antigua ruina de los varios mundos.

"El rumor del tiempo" Antología (2006) 

jueves, 22 de noviembre de 2018

Correspondencias (Basilio Sánchez)

Mientras llega la tarde con su peso
de cristal de Murano
y el horizonte traza a la altura del cielo de los ojos
la línea imaginaria del origen del mundo,
te paras a pensar que la existencia
mantiene entre nosotros
y las cosas con las que convivimos
una oculta cohesión; que hace crecer
a nuestro alrededor
un orden silencioso de pequeños afectos
en el que todo gira alrededor de todo:
un sistema perfecto, pero desmoronable,
tan insustituible como frágil.

Es por eso, quizás, por lo que ahora,
mientras llega la tarde, arrodillándote
como los paleontólogos,
inclinas la cabeza y te incorporas
de nuevo a tus asuntos como si nada hubiese sucedido.
Resuelto a ser paciente,
a no desdeñar nada por insignificante.

  
"Cristalizaciones" (2013)

jueves, 15 de noviembre de 2018

Ítaca (Francisca Aguirre)


¿Y quién alguna vez no estuvo en Ítaca?
¿Quién no conoce su áspero panorama,
el anillo de mar que la comprime,
la austera intimidad que nos impone,
el silencio de suma que nos traza?
Ítaca nos resume como un libro,
nos acompaña hacia nosotros mismos,
nos descubre el sonido de la espera.
Porque la espera suena:
mantiene el eco de voces que se han ido.
Ítaca nos denuncia el latido de la vida,
nos hace cómplices de la distancia,
ciegos vigías de una senda
que se va haciendo sin nosotros,
que no podremos olvidar porque
no existe olvido para la ignorancia.
Es doloroso despertar un día
y contemplar el mar que nos abraza,
que nos unge de sal y nos bautiza como nuevos hijos.
Recordamos los días del vino compartido,
las palabras, no el eco;
las manos, no el diluido gesto.
Veo el mar que me cerca,
el vago azul por el que te has perdido,
compruebo el horizonte con avidez extenuada,
dejo a los ojos un momento
cumplir su hermoso oficio;
luego, vuelvo la espalda
y encamino mis pasos hacia Ítaca.


"Ítaca" (1972)

jueves, 8 de noviembre de 2018

Balada de tus manos (Antonio Porpetta)

En tus manos la luz es como espuma
de un mar que nunca fuera,
de un mar que ríe y llora en mi mirada
sus galernas dormidas,
sus playas donde nadie
buscará caracolas,
                 donde nadie.
En tus manos la espiga se levanta
ofreciendo su grito a las campanas,
y florece la rubia madreselva,
y hay un sueño de tiernos tomillares
que se enreda en tus dedos.
                                             En tus manos
me ha renacido un mundo
de olvidados cipreses,
un universo ciego que me llama
con su voz de sirena engañadora,
que me conduce a todo y me descubre.
En tus manos me acuno como un niño
que espera una mañana
de juegos imposibles,
de lejanos prodigios escondidos
entre las nubes blancas.
                                     En tus manos
hay un aroma lento de caminos,
una lluvia de vidrio que me inunda
como una larga muerte,
como un vuelo de pájaros oscuros             
en un viento callado.
                              En tus manos
hay una casa grande
sin puertas ni ventanas: sus paredes
escuchan mi cansancio y me rescatan
de esa noche que espera sordamente
disfrazada de estrellas.
                                En tus manos
me oculto y me reencuentro
como quise ser siempre:
Un pequeño silencio
                                 en el cauce de un río,
un diminuto fuego,
                               remansado en tus manos.

"Ardieron ya los sándalos" (1982)

jueves, 1 de noviembre de 2018

Lluvia para disidentes (Nicolás Corraliza)

Ayer, acabó el verano

y hoy nos despertamos en noviembre.

La lluvia nos caló en lo mas hondo

de este exilio que llega a su fin.

Huimos de la ciudad

y de su negrura,

pero en el fondo,

todas las ciudades son la misma.

Cavafis tenía razón.

No hay mas patria

que el amor que podamos dar.

Ahora, con la lección aprendida

emprenderemos el camino de regreso.

Nos guiaremos por el sol

y agarrados de las manos,

recorreremos juntos el nuevo trayecto.

Con la lluvia para disidentes

llegará el nuevo maná.



Primer premio del certamen literario “Las flores” de Móstoles (Madrid) en 2002, Incluido en el nº ocho de la revista “Absenta Poetas” de Santander 2011.

jueves, 25 de octubre de 2018

Queda la vida (Javier Lorenzo Candel)

                                  Al poeta Antonio Rodríguez

Nunca, desde las cimas altas
que he visitado, he sido ni seré
más alto y más esbelto que el resto de los hombres.
Ni desde los abismos donde llegué
he sido el extravío que me ha hecho diferente.
Y nunca ante el dolor he sentido dolor
muy distinto, ni amor tan desigual
que nadie sea capaz de comprenderlos.
Por eso cuando escribo
escribo de la culpa, de la piedad,
la calma prolongada del que observa,
también de libertad, de entendimiento,
de pasión y renuncia,
con las mismas palabras, no otras diferentes,
de los hombres.
Es el lenguaje, armónico y vital,
la forma más precisa de comunicación
que nos iguala. Allí donde lo somos
queda la libertad, queda vida.

Manual para resistentes (2014)

jueves, 18 de octubre de 2018

Hay un hombre en la orilla (Basilio Sánchez)

La luz se va ensanchando
sobre una oscuridad disminuida.
Ahora el aire celebra la amplitud de las salas,
la altura de los techos,
la piedad silenciosa de las lámparas.
El mar, desprevenido,
deja escapar las aves que se ocultan
en un pliegue de luz.
Para guardar el sueño,
para sentir un poco de esa vida
que no está en la mirada, sino en sus intersticios,
mi mano sobre el agua deja un rastro
que sólo es accesible al pensamiento.
Hay un hombre en la orilla
susurrando palabras
que no alcanzan apenas el borde de sus labios.
Hay un hombre en la playa humanizado
por su fragilidad, por las mareas.
“Entre una sombra y otra – II” – 2006
“Los bosques de la mirada” – Poesía reunida (1984-2009)

jueves, 11 de octubre de 2018

De la serenidad de las cosas (César Antonio Molina)

Cuando nace el sol y es claro, templado, sin nube alguna. Cuando la luna naciente muestra su luz alrededor y sus círculos son blancos, amarillos y dorados. Cuando las estrellas están quietas y muy resplandecientes y se ven correr, de una parte a otra, exhalaciones. Cuando el Arco Iris surge de entre la lluvia y al salir el solo al ponerse relámpagos sin truenos. Cuando al alba hace frío y el rocío se posa y el humo asciende por encima de las aguas detenidas y los prados. Cuando después de alguna borrasca se aparece en la vela un tenue resplandor y un soplo. Cuando los halcones están sosegados en las riberas. Cuando las grullas vuelan en lo alto y callan sin graznar. Cuando los milanos juegan los unos con los otros. Cuando los palomos planean muchas veces de una a otra parte y cantan. Cuando los cuervos abren la boca mirando al sol. Cuando los peces de los ríos y del mar saltan. Y cuando la televisión se ha terminado y todas las luces de los patios se apagan y cae la noche sobre el jardín que se cavó a la sombra y vuelven las más espesas tinieblas y mi pensamiento aún no está conmigo, sino que se demora combatiendo en ultramar con aquella felina dependienta en la batalla de las esmeraldas.

"El rumor del tiempo" (2006)

jueves, 4 de octubre de 2018

Me sale a devolver (Emilio Martín Vargas)

La alianza grabada en fecha firme
que llevaron durante cuarenta años
sus abuelos en el corazón izquierdo
y después sus padres otros veinte
y ahora nadie. La gente esconde el oro en la mesita de noche.

O un piso en propiedad donde dormir en calma
cuando el oro nada valga, donde esconderse
del desahucio del amor y de los días agraces.

Quizá un coche coreano con el que recorrer islas
hundidas de madrugada, con los ojos aún llenos de luna
y el sol como corona de un imperio de ancianos y turistas.

La mayoría de la gente tiene algo: un trabajo
un seguro de vida, un Iphone
con más de cien contactos en la agenda.
Yo no tengo nada
más que una mujer
un hijo
esta noche
este poema
y una sombra que me nombra
en un paraíso fiscal de mi mismo.

"Lloráis porque sois jovenes" (2016)

jueves, 27 de septiembre de 2018

Por más que el tiempo arrase...(Fermín Herrero)

Por más que el tiempo arrase palmo
a palmo lo que atraparan los días
de la infancia y sepa que ha de quitarme
todo, sin prisa o a traición, espero,
hasta que el cuerpo aguante, que nunca
me someta. Y aun entonces, si fuese factible,
abandonarme, no reconocerme en nada
de lo que me pertenezca. Ser por siempre,
al olor de la mies mojada, canto de alondra
     en rastrojera, dejándose llevar.

De la letra menuda,  2010

jueves, 20 de septiembre de 2018

XLII (Horacianas) (Vicente Andrés Estellés)

M'he estimat molt la vida,
no com a plenitud, cosa total,
sinó, posem per cas, com m'agrada la taula,
ara un pessic d'aquesta salsa,
oh, i aquest ravenet, aquell all tendre,
què dieu d'aquest lluç,
és sorprennent el fet d'una cirera.
m'agrada així la vida,
aquest got d'aigua,
una jove que passa pel carrer
aquest verd
                    aquest pètal
                                         allò
una parella que s'agafa les mans i es mira als ulls,
i tot amb el seu nom petit sempre en minúscula,
com passarell,
                      aquell melic,
com la primera dent d'un infant.

"Horacianes" (Les pedres de l'àmfora) (1974) 

He amado mucho la vida,
no como plenitud, cosa total,
sino, pongamos por caso, como me gusta la mesa,
ahora un pellizco de esa salsa,
oh, y este rabanito, aquel ajo tierno,
qué decís de esta merluza,
es sorprendente el hecho de una cereza.
Me gusta la vida así,
este vaso de agua,
una joven que pasa por la calle,
este verde,
                  este pétalo, aquello,
una pareja que se coge de las manos y se mira a los ojos,
y todo con su nombre pequeño siempre en minúscula
como este verderón,
                                 aquel ombligo,
como el primer diente de un niño.
 
  
"Horacianas" (Las piedras del ánfora) (1974)

jueves, 13 de septiembre de 2018

La lluvia en el umbral (Arturo Tendero)

Igual que una trampilla que se cierra de golpe
y nos deja en penumbra, prisioneros,
un trueno repentino es la señal
de que el verano acaba.
Es sólo media tarde y ya tenemos
que encender la bombilla
para alumbrar las simples
tareas cotidianas.
Dos moscas aturdidas sobrevuelan
las sobras del almuerzo
y del verano.
De pronto no apetece ya salir.
Miro por los cristales,
recorro las estancias sin fijeza,
como las moscas, con un peso en las alas
que no deja volar el pensamiento.
Estamos de mudanza sin habernos movido.


"Cosas que apenas pasan" (2008)

jueves, 6 de septiembre de 2018

Fortuna (Ida Vitale)

Por años, disfrutar del error
y de su enmienda,
haber podido hablar, caminar libre,
no existir mutilada,
no entrar o sí en iglesias,
leer, oír la música querida,
ser en la noche un ser como en el día.

No ser casada en un negocio,
medida en cabras,
sufrir gobierno de parientes
o legal lapidación.
No desfilar ya nunca
y no admitir palabras
que pongan en la sangre
limaduras de hierro.
Descubrir por ti misma
otro ser no previsto
en el puente de la mirada.

Ser humano y mujer, ni más ni menos.

"Trema" (2005)

jueves, 30 de agosto de 2018

Sin embargo...(Chantal Maillard)

Sin embargo,
sin embargo,
sin embargo... No me
fío de mí. Nada es
permanente. Menos
lo es la palabra. Esto
tampoco,
esto tampoco,
esto tampoco. No me fío,
no te fíes de quien
dice, de quien
habla, de lo que se
dice, de lo que dices,
de lo que digo,
no me fíes,
no te fío.
La lucidez es una chispa, un
estado de conciencia
en las multiplicadas estancias
de la conciencia o que hacen
conciencia, las estancias
que se alargan, se prolongan, se
continúan, y así
se le llama conciencia
a aquella continuidad.
No me fío, no te
fíes de las estancias,
se estrechan,
se acortan,
se invaden,
desaparecen,
la lucidez es un instante
entre estancias,
ventanas en la mónada que
si permanece bajo
la luz del foco se hace estancia,
también ella, y sufre
las mismas convulsiones.
Sin embargo,
sin embargo,
sin embargo... lo
que intuyo ahora
se borrará mañana,
luego,
ahora,
apenas se haga pensamiento,
conciencia: estancia. Atrapamos
la sensación que invade las entrañas,
muy abajo,
muy adentro,
muy homogénea, la atrapamos
y la hacemos eso: «sensación»,
la nombramos,
la describimos... la perdemos. Ya
no es ella, ya no es eso, ya no es.
Aún está allí pero
no es lo que digo,
lo es apenas,
no es lo que oís,
no es eso, no
os fiéis,
no me fíes,
no te fío.
De nuevo cae la tarde,
mengua la luz.
Los colores del otoño vienen del oeste,
decía aquel poeta chino.
El mundo está en mí.
No me apartaré.
Acojo todos los colores, el
estío dentro de mi otoño,
porque sé que no
hay fin, que no habrá término.
Todo comienza y termina en mí.
Yo soy el infinito proyecto de mí misma
por encima de mí
me sobrevuelo.

"Lógica borrosa" (2002)

jueves, 23 de agosto de 2018

Canción de la muerte pequeña (Federico García Lorca)

Prado mortal de lunas
y sangre bajo tierra.
Prado de sangre vieja.
Luz de ayer y mañana.
Cielo mortal de hierba.
Luz y noche de arena.
Me encontré con la Muerte.
Prado mortal de tierra.
Una muerte pequeña.
El perro en el tejado.
Sola mi mano izquierda
atravesaba montes sin fin
de flores secas.
Catedral de ceniza.
Luz y noche de arena.
Una muerte pequeña.
Una muerte y yo un hombre.
Un hombre solo, y ella
una muerte pequeña.
Prado mortal de lunas.
La nieve gime y tiembla
por detrás de la puerta.
Un hombre, ¿y qué? Lo dicho.
Un hombre solo y ella.
Prado, amor, luz y arena.
"Tierra y luna" (1935)

jueves, 16 de agosto de 2018

Lo olvidado (Susana Benet)

Cómo amo los lugares olvidados.
La calleja que ya nadie transita,
el íntimo cobijo de las cuevas,
el fondo rumoroso del barranco
donde el agua se estanca y los insectos
tejen islas brumosas en el aire.
Tenderme en el pretil de antiguos puentes,
revestidos de zarzas y hojarasca
y escuchar cómo zumban las abejas
en la calma fragante del romero.
Acercarme al misterio de las casas
donde no habitan más que los rosales.
deshojándose lentos en la tierra.
Internarme ligera en la espesura
de secretos parajes, donde el paso
ávido de los hombres no perturba
la paz de los guijarros, ni el festivo 
desfile del espliego por las sendas.
Y, atravesando el filo de la tarde,
emprender el camino de regreso
sintiendo que, de pronto, me acompaña
la vacua plenitud de lo olvidado. 

"Lo olvidado" (2015)



jueves, 9 de agosto de 2018

Los días lejanos (Alejandro López Andrada)

Allí, a lo lejos,
donde tiemblan los maizales
y el pueblo está dormido,
donde invernan
los erizos románticos, tu fe
sigue sentada contemplando el humo.

Igual que un monte
herido por la noche,
aún te sostienes firme en el camino;
te acarician murmullos,
risas, sueños,
que, ayer, tuviste
y ahora, al fin, reencuentras.

Todo aquel tiempo
está en tu corazón,
iluminado por un sol de fresa.

Delante de tus ojos,
van pasando
los días lejanos hacia un bello crepúsculo. 


"Los pájaros del frío" (2000)

jueves, 2 de agosto de 2018

Una antigua certeza (Álvaro Valverde)

La flama de la siesta socava las paredes
y agota en su fulgor esa mirada
de lo que siendo escapa a la razón. Preguntas
si habrá de sucedernos la edad en que perviva
todo lo que merece la presencia:
el rosal inflamado, las aguas repetidas
en ese único río que vive para siempre,
la rueda de molino de apariencia inmutable
y la casa erigida sobre una red de arena.
Acaso la respuesta esté en el arco
y su umbral desgastado,
en esa enredadera sometida a la forma,
en el denso dolor de este manso silencio.
Anticipa la tarde una antigua certeza
de la que sólo es cómplice la sombra:
el ocaso será la nueva aurora.


"Una oculta razón" 1991

jueves, 26 de julio de 2018

A ustedes pensamientos (Victor Gaviria)

A ustedes pensamientos, agradezco
Que no me hayan traicionado,
Y que se hayan escondido tan hondo
Detrás de mi cara,
Que yo haya estado, con tanta gente
En fiestas y en reuniones de trabajo,
Y ustedes hayan permanecido silenciosos,
Sin hacer huir a nadie de mí,
Y no hayan hecho ruido involuntario como
Lo hacen algunos vasos o sillas que se caen
De extraña inquietud…
A ustedes, pensamientos, agradezco
Haber esperado tanto tiempo en la última pieza honda de mi vida,
Sobre todo porque han hecho que algunos me amen
Por escucharlos sin decirles nada,
Por estar ahí como una compañía
Que tanto necesitan las cosas,
Por estar ahí en las largas noches
En que no éramos nadie, por favor, no éramos nadie
Y el viento nos barría


"La mañana del tiempo y otros poemas" (2010)