jueves, 29 de marzo de 2018

Luna llena en Semana Santa (Luis Cernuda)

Denso, suave, el aire
Orea tantas callejas,
Plazuelas, cuya alma
Es la flor del naranjo.
Resuenan cerca, lejos,
Clarines masculinos
Aquí, allí la flauta
Y oboe femeninos.
Mágica por el cielo
La luna fulge, llena
Luna de parasceve.
Azahar, luna, música,
Entrelazados, bañan
La ciudad toda. Y breve
Tu mente la contiene
En sí, como una mano
Amorosa. ¿Nostalgias?
No. Lo que así recreas
Es el tiempo sin tiempo
Del niño, los instintos
Aprendiendo la vida
Dichosamente, como
La planta nueva aprende
En suelo amigo. Eco
Que, a la doble distancia,
Generoso hoy te vuelve,
En leyenda, a tu origen.
Et in Arcadia ego.

“Desolación en la quimera” – 1962

jueves, 22 de marzo de 2018

En lo alto (Eliseo Diego)

Un pájaro en lo alto,
en lo más fino
del árbol alto,
un tomeguín
nervioso, breve, tan liviano

como un soplo de luz,
está cantando
su propia levedad,
la maravilla
de su increíble ser

           su pura vida
minúscula, perfecta, iluminada.

Los días de tu vida (1977)

jueves, 15 de marzo de 2018

Rincón de la sangre (Emilio prados)

Tan chico el almoraduj
y... ¡cómo huele!
Tan chico.

De noche, bajo el lucero,
tan chico el almoraduj,
y ¡cómo huele!

Y cuando en la tarde llueve,
¡cómo huele !

Y cuando levanta el sol,
tan chico el almoraduj,
¡cómo huele !

Y ahora que del sueño vivo,
¡cómo huele,
tan chico, el almoraduj!
¡Cómo huele!...
Tan chico.


Jardín cerrado (1946)

jueves, 8 de marzo de 2018

Yo misma fui mi ruta (Julia de Burgos)

Yo quise ser como los hombres quisieron que yo fuese:
un intento de vida;
un juego al escondite con mi ser.
Pero yo estaba hecha de presentes,
y mis pies planos sobre la tierra promisoria
no resistían caminar hacia atrás,
y seguían adelante, adelante,
burlando las cenizas para alcanzar el beso
de los senderos nuevos.
A cada paso adelantado en mi ruta hacia el frente
rasgaba mis espaldas el aleteo desesperado
de los troncos viejos.
Pero la rama estaba desprendida para siempre,
y a cada nuevo azote la mirada mía
se separaba más y más y más de los lejanos
horizontes aprendidos:
y mi rostro iba tomando la expresión que le venía de adentro,
la expresión definida que asomaba un sentimiento
de liberación íntima;
un sentimiento que surgía
del equilibrio sostenido entre mi vida
y la verdad del beso de los senderos nuevos.
Ya definido mi rumbo en el presente,
me sentí brote de todos los suelos de la tierra,
de los suelos sin historia,
de los suelos sin porvenir,
del suelo siempre suelo sin orillas
de todos los hombres y de todas las épocas.
Y fui toda en mí como fue en mí la vida…
Yo quise ser como los hombres quisieron que yo fuese:
un intento de vida;
un juego al escondite con mi ser.
Pero yo estaba hecha de presentes;
cuando ya los heraldos me anunciaban
en el regio desfile de los troncos viejos,
se me torció el deseo de seguir a los hombres,
y el homenaje se quedó esperándome.
Yo misma fui mi ruta (1986)

jueves, 1 de marzo de 2018

Porvenir (Ángel González)

Te llaman porvenir
porque no vienes nunca.
Te llaman: porvenir,
y esperan que tú llegues
como un animal manso
a comer en su mano.
Pero tú permaneces
más allá de las horas,
agazapado no se sabe dónde.

!Mañana!  Y mañana será otro día tranquilo
un día como hoy, jueves o martes,
cualquier cosa y no eso
que esperamos aún, todavía, siempre.


“Sin esperanza con convencimiento” – 1961